Esto más que un comentario es una pregunta a ver si alguien me puede ayudar. A medida que se acerca la hora cero de la crisis griega, con potenciales consecuencias catastróficas para el euro y la economía mundial, se empiezan a barajar medidas desesperadas. Por ejemplo, la más radical es que simplemente Grecia se salga de la zona euro y devalúe su moneda (digamos, el "nuevo dracma").
Todos estamos de acuerdo en que si Grecia abandona el euro en el instante t0, en el instante t1 se beneficiará de la devaluación resultante, aumentarán las exportaciones griegas, el shock de demanda que esto implica permitirá la expansión de la economía que tanto se necesita para volver a hacer pagables las deudas, etc., etc. El problema es que, al parecer, la transición entre t0 y t1 puede resultar terriblemente traumática, incluyendo quiebras masivas de bancos, racionamientos de divisas y, si Argentina sirve de ejemplo, un promedio de tres gobiernos por mes. De ahí el temor de muchos a que Grecia se salga del euro.
Lo cual me lleva a mi pregunta, basada en la experiencia argentina. Por allá en las postrimerías de la convertibilidad, el gobierno argentino emitió unos bonos, llamados los "lecop" que, en principio debían servir como medio de pago. Hasta donde recuerdo, los lecop (y otras variantes como los "patacones") murieron ignominiosamente y se convirtieron en objeto de ridículo por todos. Pero me pregunto si, en vista de lo desesperada que es la situación griega, no tendría sentido intentar algo así.
El mecanismo puede variar pero se me ocurre que podría funcionar más o menos así: a la par que el gobierno griego negocia con el Banco Central Europeo y con los acreedores un plan de sostenibilidad fiscal, podría emitir unos bonos (llamémoslos "patacones a la griega" o "patakos") con una madurez relativamente corta. Digamos, unos tres o cinco años cuando se estime que, razonablemente, la tormenta ya habrá pasado. Con esos bonos, el gobierno se comprometería a pagarle al tenedor una suma específica de euros, de los de verdad, cuando madure la deuda. En principio, se podría llegar a acuerdos con contratistas del estado y con trabajadores del sector público para que acepten pagos en esos bonos. Claramente, en el mercado esos bonos van a tener un descuento apreciable. Los ciudadanos particulares van a querer deshacerse de ellos lo más pronto posible, pero posiblemente bancos y empresas que puedan esperar hasta la madurez final los quieran guardar.
En últimas, sería una forma de suavizar la trayectoria del gasto público griego en los próximos años. En vez de tener que hacer recortes draconianos ahora, podría pasarse parte del peso de esos recortes hacia el futuro. Además, sería una especie de expansión monetaria de muy dudosa ortografía, pero que tendría la capacidad de expandir un poco la economía cuando más se necesita.
Es obvio por qué ningún gobierno serio quisiera hacer una cosa de esas en tiempos normales. Las probabilidades de fracaso son muchísimas. (El gabinete girondino de la Revolución Francesa se la pasaba emitiendo bonos que caían en picada tan pronto salían al mercado, lo cual explica en buena medida la caída de la Gironda.) Pero es que estos tiempos no son normales. Si al gobierno griego solo le quedan opciones desesperadas, esta puede ser simplemente una más.
No se trataría de que los "patakos" fueran la única herramienta de ajuste. Hay obvias complementariedades entre los "patakos" y las negociaciones de la deuda. Mientras mejor salgan las negociaciones, menos caería el precio de los bonos y viceversa, mientras más aguanten los bonos en el mercado, más probable es que el gobierno logre reducir sus obligaciones más urgentes. Es decir, los bonos no podrían ser un sustituto de los planes que se hagan. Pero podrían ser una ayuda importante.
¿Estoy equivocado en algo? ¿Hay algún detalle de la experiencia argentina que yo no haya tenido en cuenta?
Wednesday, September 28, 2011
Tuesday, September 27, 2011
¡De Regreso!
Después de casi dos meses de ausencia, vuelvo a este blog. En los próximos días lo verán.
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