Tuesday, June 5, 2012

La Encrucijada Española, Vista por Economistas "Apolíticos"

El Viernes pasado publicó El País un artículo de tres eminentes economistas españoles (Luis Garicano, Jesús Fernández-Villaverde y Tano Santos) que ha dado mucho de qué hablar no solo por los quilates de sus autores sino por la audacia de su contenido. Su relevancia va más allá de España ya que, como veremos, es una muestra del tipo de raciocinio económico imperante en muchas otras latitudes.

Mi favorito es el siguiente párrafo que discute lo que ocurriría ante una eventual salida de España del euro:

La esperanza que tienen los que sueñan con esta quimera (la salida del euro) es que España rebotaría en dos años. Y sí, tarde o temprano, lo haría. Pero esa España sería la España de los 50, con ingresos bajos, derivados del turismo, con baja productividad, bajos costes y con un control brutal ejercido por los caciques locales, que controlarían los monopolios de la nueva economía cerrada. Del control de cambios y de exportaciones, aparecería, como en Argentina, una nueva clase privilegiada, estrechamente ligada al poder, nacida del chanchullo, la chapuza y el compadreo.

Primero, creo que vale la pena aclarar que el Euro se introdujo en el año 2002 (aunque ya venía operado como unidad contable desde 1999). Es decir, cuarenta y dos años después del final de la malhadada década de los 50 que tanto desvela a Garicano et al. No queda claro cómo la salida del euro vaya a volver a España a los 50 como si España no hubiera atravesado todo tipo de transformaciones económicas, políticas y sociales antes del euro.

Luego está el tema de la productividad. Bajo el euro España recibió durante años una inyección de capital sin precedentes. ¿A dónde fue ese capital? A la especulación inmobiliaria, al ladrillo. Es decir, el euro no fue capaz de revertir, ni siquiera de detener, el patrón de asignación de recursos de España que privilegia actividades no transables que requieren mano de obra no calificada. Aquella España de bajos ingresos y baja productividad es precisamente la que se está gestando en este momento bajo el sistema euro.

Yo no creo que el euro sea el único culpable de esta situación. Son muchos los factores que inciden en asignar recursos en una economía. La dependencia española del ladrillo tiene que ver con otras cosas más allá del euro. Pero por eso mismo resulta una falacia decir que la salida del euro llevará a todo un rosario de desastres que la entrada al euro no hizo nada para evitar.

A todas estas, ¿de dónde salió lo de la "nueva economía cerrada"? Nadie ha sugerido que España se cierre al comercio en caso de que saliera del euro. De hecho, en el corto plazo, quienes sugieren que España salga del euro lo hacen contando precisamente con que pueda reactivarse a partir del comercio internacional. Volviendo a lo que dije antes, cuando el euro entró en vigor, España ya era una economía bastante abierta.

El párrafo cierra con uno de mis temas favoritos: la creencia entre los economistas según la cual existen algunos mecanismos de mercado que son totalmente independientes del poder político. En esa visión de mundo, por un lado están sistemas "apolíticos" como el euro que dejan las cuestiones monetarias en manos de unos pocos expertos, y sistemas "politizados" que están sometidos a todo tipo de presiones políticas.

Si algo hemos aprendido en los últimos años es que los sistemas monetarios "neutrales" son tan politizados como cualquier otro. El euro ha propiciado una transferencia enorme de recursos hacia algunos sectores específicos (por ejemplo, inmobiliarios y bancarios), sectores muchas veces tan oligopólicos como los que los autores temen. Esa transferencia, ¿no es política? Esa transferencia no es fruto del azar, no ocurrió sin que nadie se diera cuenta. Al contrario, fue el resultado de esperar de la forma en la que estaba operando el euro. Es más, en muchos casos fue el resultado buscado por quienes estaban a cargo de la regulación bancaria y monetaria. ¿No es eso política? Está bien, no se trata ahora de "caciques locales." Pero sí de caciques continentales o globales que están perfectamente ligados al poder político y que no son ajenos a la chapuza, el chanchullo y el compadreo.

Más adelante el artículo desenvaina la espada y se lanza a hacer propuestas. En especial, propone la creación de un nuevo gobierno de consenso "compuesto por políticos competentes y técnicos intachables con amplios conocimientos de su cartera."

A buen entendedor pocas palabras. Se trata, en últimas de un gobierno de técnicos como el de Monti en Italia o el de Papademos en Grecia. (Se imagina uno que los autores tienen claro quiénes formarían parte del gabinete...) Pues bien, si hay una fórmula para volver a la España de los 50s es precisamente esa. Eso fue exactamente lo que hizo Franco cuando decidió volverle la espalda al fascismo económico y encarrilar a España por la senda liberal con la ayuda de los tecnócratas del Opus Dei.

Yo no tengo ni idea si España debe salir del euro o no. En este momento me parece que más vale que permanezca dentro. En todo caso, cada vez está más claro que un país puede quedarse por fuera del euro de un día para otro sin que medie ninguna decisión explícita sino simplemente en virtud de una estampida bancaria. Pero de todas maneras, el euro es simplemente una herramienta de política monetaria que, supuestamente, iba a profundizar la integración europea. Nada más. Si sirve, se debe mantener, si no, hay que estar listos a abandonarlo.


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