Como todo académico, yo también tengo una colección privada de comentarios hostiles, hechos por evaluadores anónimos que me sorprenden por su combinación de estupidez y arrogancia (las dos cosas suelen ir de la mano en estos asuntos). Uno que recuerdo particularmente fue cuando en una revista rechazaron el que resultó ser mi primer artículo sobre conjuntos de estabilidad. Un evaluador dijo que "no necesito ver el diagrama de fase de un juego de equilibrios múltiples." No. Yo tampoco entendí por qué esa era considerada una objeción seria. Pero en fin, me sirvió para darme cuenta de que muchos politólogos nunca han hecho un intento serio de pensar en problemas de estabilidad y multiplicidad de equilibrios, a pesar de que supuestamente toda la teoría de la acción colectiva depende de ellos.
Siempre he tenido sospechas de que la situación no es mucho mejor en la ciencia económica pero no he tenido suficiente experiencia de primera mano para decirlo. Sí que recuerdo que cuando yo estaba haciendo mi doctorado no se le gastaba casi nada de tiempo a problemas de estabilidad y multiplicidad de equilibrios (excepto un poquito en teoría de juegos). Esto me extrañaba ya que en tiempos de Hicks (y hasta los 60s) era casi como si hubiera una trinidad indisoluble de temáticas sobre el equilibrio: "existencia, estabilidad y unicidad." Para los 90s ya no era así.
Desde que estalló la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos (y en varios países de Europa) con catastróficas consecuencias, he pensado en que esta es tal vez la demostración más palmaria que pueda tenerse en tiempos modernos sobre la importancia de los equilibrios múltiples y en lo pertinente que sería un análisis detallado del asunto a la luz de criterios de estabilidad. Ahora veo que no soy el único que lamenta el actual estado de cosas de la ciencia al respecto. Nadie menos que Brad de Long expresa el mismo lamento, haciendo eco de Alejandro Nadal.
Sunday, June 19, 2011
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