Resumiendo, me considero un "anti-anti-chavista." Si fuera venezolano, probablemente no sería parte del movimiento chavista ni del PSUV. Hay muchas cosas que no me gustan del chavismo.
Pero antes de entrar en críticas, creo que uno debe aclarar varios puntos. Pocos países han sufrido el declive de Venezuela entre 1975 y el 2000. En esos 25 años el PIB per capita de Venezuela se redujo en casi un 40% (si se cree en los datos de este artículo basados en una buena fuente: las "Penn tables"). En estos temas puede haber distintas mediciones pero todas las que yo he visto coinciden en que el desempeño económico de la segunda mitad de la "IV República" fue peor que mediocre. Durante ese tiempo, un país que debería haber prosperado muchísimo gracias a sus enormes recursos minerales, retrocedió en materia económica y social. Al mismo tiempo, los "cogollos" y sus aliados se enriquecieron desmedidamente mientras que los sectores más pobres se estancaron. Sí, ya sé que los países petroleros sufren de una "enfermedad holandesa" crónica pero esa excusa no le sirve al venezolano promedio para echar a la olla.
Por lo tanto, en consciencia no me siento capaz de criticar al chavismo sin antes criticar a la "IV República." Y ese es mi problema fundamental con el anti-chavismo, por lo menos con el anti-chavismo más vociferante y visible: que suele ser restauracionista en un país en el que esa postura es, a mi juicio, un imposible moral. La IV Rep'ublica murió y no hay que añorarla.
El gobierno de Chávez ha cometido muchísimos errores que Venezuela deberá corregir hacia el futuro. Hasta donde alcanzo a percibir, su manejo de la seguridad ciudadana ha sido un desastre, tiene problemas de gestión y corrupción en muchos de sus programas bandera, incluídas las "misiones" y, lo que a mí más me preocupa, se comporta con autoritarismo de cara a algunas voces opositoras (no todas, por cierto).
Distingamos. El mal manejo de la economía es algo indeseable pero no es para rasgarse las vestiduras, ni para llamar al cambio de régimen. Nadie pidió cambio de régimen cuando la IV República dilapidaba los recursos del petróleo dejando a los más pobres a la deriva, así que no me vengan ahora con el cuento de que los errores económicos del chavismo son razón para derrocarlo. En cambio el problema de las libertades políticas sí es serio. Pero los atropellos del gobierno venezolano en este sentido tampoco son tan graves como para lanzar una guerra fría regional. No me interesan las lágrimas de cocodrilo que vierten por las libertades de los pobres venezolanos los derechistas que justificaron a Pinochet, a Videla, a Ríos Montt, a Banzer y tantos otros. El tema de los derechos humanos es serio pero Venezuela está en una etapa en la que se podría tener un diálogo constructivo al respecto. Si Estados Unidos dejara claro que respeta el proceso político interno venezolano, se podrían ir bajando los ánimos y se podría llegar a que el gobierno vaya modificando sus actitudes a veces un tanto paranoides.
El movimiento chavista, gústenos o no, es el movimiento más popular de Venezuela en este momento. El PSUV es el partido más grande. Además, esta popularidad se ha mantenido durante toda una década. Por lo tanto, esas posturas extremistas que se ven en Colombia que salivan ante la idea de un nuevo golpe de Estado en Venezuela, o una nueva conspiración, o incluso una guerra, son un delirio peligroso y antidemocrático.
Por otro lado, aparte de sus errores y tendencias preocupantes, el proceso político venezolano ha generado experimentos interesantes que ojalá se extiendan. En ningún otro país del mundo (que yo sepa) se tiene un gobierno que incentiva activamente la propiedad cooperativa de las empresas. Muchas fallarán, sin duda. Pero todos los días en todo el mundo fallan muchas experiencias "ortodoxas" entonces, por qué no experimentar un poco en otro sentido? Además, el gobierno venezolano ha sido pragmático en este sentido. En vez de socializar toda la economía, ha optado por avanzar poco a poco, esperando resultados. Eso es comprensible e incluso, digámoslo, loable.
Del mismo modo, las famosas "misiones" aunque tienen problemas, han reducido la pobreza. Que son paternalistas? Puede que sí. Pero ahora están ahí y le corresponde a la oposición formular un esquema mejor. Cuando oigo a los defensores de la IV República criticando las misiones me acuerdo de los colombianos que critican a los equipos nor-europeos por no "jugar bonito." Alemania, Inglaterra, Holanda y tantos otros puede que no jueguen con la "picardía y la alegría" colombianas, pero van a los mundiales y ganan. Las misiones chavistas tienen defectos, pero por lo menos dan resultados.
Mi peor temor es este: en 1955 cayó el gobierno de Perón en Argentina, víctima en parte de sus errores y excesos. Pero al momento de su derrocamiento el peronismo era la fuerza política más popular del país. Sin embargo los golpistas se empeñaron en borrar al peronismo del mapa, en actuar como si fuera posible que las "masas entraran en razón" y volvieran a la sumisión de antes. El resultado fue una crisis de gobernabilidad que duró más de veinte años y que le costó a Argentina terribles bandazos económicos y horribles episodios de dictaduras militares. Ojalá el anti-chavismo venezolano no cometa ese error el día que llegue al poder. Ojalá que Venezuela pueda reconciliarse en torno a la V República, mejorar lo que se ha ganado y corregir los errores cometidos.
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