¡Felicitaciones España!

Y se acabó el Mundial. Ganó España que era uno de mis equipos favoritos aunque no mostró la contundencia de la Euro 2008. Como este blog me permite exhibir sin temores mi ignorancia futbolística, aquí van mis comentarios. Toménlos más como una invitación a que me enseñen ya que me encanta aprender sobre fútbol.

Sigue después del cambio de página.




1. No me vengan otra vez con el viejo cuento de que fue un "mal Mundial," casi siempre seguido por la lamentación de que "nada como México 70." Para mí no hay mal Mundial. Son 64 partidos, con algunos de los mejores jugadores del mundo, compitiendo por el mayor título del mundo. Siempre va uno a encontrar algo memorable.

2. Buen campeón. Comenzó mal, sin encontrarse, pero poco a poco fué mejorando. Nunca alcanzó el nivel del 2008, pero mostró algunos de los principios de entonces: buena posesión de balón combinada con creatividad a la hora de mandar el ataque. (Eso último fué lo que Colombia nunca tuvo en la época de los 90.) Dije creatividad, no efectividad: ocho goles en siete partidos, cinco de ellos de Villa, mala cosa.

Me alegra por Iniesta. En el 2008-9 viví en España y me tocó el annus mirabilis del Barcelona, cuando ganaron Copa, Liga y Champions. De allí me quedaron dos cosas: un impedimento para apoyar al Real Madrid y una simpatía por Iniesta. El Real trata de ganarse las simpatías de los incautos con dinero. Así contrata jugadores espectaculares (sí, me encantaba Zidane) pero nada de esto borra su pasado franquista y su presente plutócrata (y sus afinidades al PP). El Barça es distinto, construye desde abajo. En ese año ví como Iniesta se fué ganando el reconocimiento merecidísimo como motor del Barça. Menos espectacular que Messi o, aún en aquel momento, Henry, Iniesta (y lo mismo va para Xavi) ponía el cerebro y el control sin el que los otros no podrían hacer sus maravillas. Aquella vez hizo un gol agónico para meter al Barça en la final de la Champions y hoy hizo otro gol agónico para ganar el Mundial. ¡Buena esa, Andrés!

3. No culpo a Messi. Para mí, hizo lo que pudo. Parece que se empeña en copiar a Maradona en todo (excepto en la droga y otras cositas) así que, al igual que El Diego, fracasó en el Mundial en el que todos estaban pendientes de él (el 82 en el caso de Maradona). Si sigue así, en el próximo Mundial nos va a dejar boquiabiertos, como lo hizo Maradona en el 86. Sigo creyendo que es un genio. En este Mundial lo ví barriendo en defensa, recuperando balones para después crear peligro. Es que, y eso me fascina, además de genio es un tipo trabajador, serio y sencillo.

4. Me alegro por Alemania. El proceso que empezaron después del desastre de la Euro 2004 ha dado muy buenos resultados. La Alemania de comienzos de los 2000 era un equipo aburrido e ineficaz. Nunca entendí como fue sub-campeón en el 2002. Además, y esto puede ser ignorancia mía, nunca entendí la dependencia de Ballack. Ahora juegan dinámicamente, con buen ritmo, precisión, contundencia. Quiero creer que el muchachito Müller va a dar de qué hablar. Entró a la titular faltando pocas semanas para empezar el torneo e hizo cinco goles. Un "peladito" que a sus veinte años hace esa habilitación a Podolski desde el piso para el segundo gol contra Argentina, descolocando dos defensas, debe tener muchísimo talento. No lo conocía antes, pero a juzgar por como se le ve en la cancha, se le ve humilde, disciplinado y con alegría para jugar.

Por cierto, se trata de un equipo muy multicultural. Yo que tengo tanto de germanófilo, siempre he sentido que en materia de multiculturalismo Alemania deja mucho que desear. Pero por lo visto está progresando en esto también y eso, en estos tiempos, vale mucho.

5. Esperaba algo distinto de Holanda. No sé si mejor o peor, pero distinto. Ante todo, vale la pena recordar que si ajustamos por población, probablemente Holanda sea el mejor país futbolístico del mundo. Con solo 16 millones de habitantes produce cantidades de estrellas y manda a los mundiales unos equipos fortísimos. En ese sentido, lo de Brasil no tiene gracia, son 180 millones, muchos de ellos espoleados por la pobreza; no es de extrañar que produzca las cosechas de jugadores que produce.

Aquí Holanda jugó con algo de tacañería. En la final se dedicaron a quebrarle el ritmo a España a punta de faltas. Contra Brasil también le apostaron a desorientar, provocar, sacar de casillas al contrario. Pero lo hicieron bien en aquella ocasión. Contra España no funcionó. Ahora, a todo señor todo honor. Me tenía jartísimo el teatro de Robben en todo el Mundial cada que lo tocaban. Al comienzo hizo un golazo, ganándole el costado a dos defensas eslovacos, pero luego trataba de repetirlo en todos los partidos, como si un delantero de su talla no tuviera más recursos. Pero hoy cada que arrancaba era una locomotora; se necesitaban tres defensas españoles para pararlo, y un par de salidas del arquero. Yo no conocía a Kuyt, pero me alegra haberlo visto en este Mundial. No hizo mucho en la final, pero en los otros partidos fue siempre peligrosísimo.

6. ¿Será que es más bien Uruguay la gran potencia del fútbol? Al fin y al cabo son solo 3 millones de habitantes y tienen dos títulos mundiales (y un jurgo de Copas América). Muy buen equipo. Como he vivido tanto en USA, no he tenido oportunidad de seguir a muchos ídolos así que solo ahora tuve oportunidad de ver a Forlán en acción: excelente.

7. Una de las cosas que más me gustó de este Mundial es que premió el funcionamiento colectivo. Los equipos cohesionados llegaron lejos, los que dependían de super astros no. En tiempos tan aciagos para la causa del socialismo, es bueno ver que, por lo menos en el fútbol la cooperación puede más que el marketing.