Si yo fuera columnista profesional, de los que les pagan por columna, estaría muy triste con el final de la Administración Uribe independientemente de mis preferencias ideológicas. Resulta que cuando uno tiene una Administración motivada por una única obsesión, perseguida en forma absolutamente monomaníaca (en este caso, la derrota militar de las FARC), entonces es muy fácil escribir columnas porque la obsesión va a reaparecer una y otra vez. Lo mejor del asunto es que, como el obsesivo no revisa las premisas de sus actos, entonces siempre los resultados son los mismos y esto únicamente le aumenta su obsesión. Para el columnista esto es como cobrar por no trabajar.
Hoy me dí cuenta de lo bueno que debe ser eso. Me disponía a escribir sobre el tema de la presencia de las FARC en Venezuela, y me encontré con que hace rato opiné al respecto porque hace rato el gobierno viene obsesionado con el tema solo que aquella vez, para dármelas de elegante, escribí como si Ospina estuviera de rueda suelta del gobierno cuando en realidad sabemos que todo esto viene del mismísimo Uribe. ¿Se fijan? Yo habría podido cobrar por dos columnas y escribir solo una.
De modo que me animo a hacer un pronóstico (cosa rara en mí porque a mí nunca me funcionan): a corto plazo no va a pasar nada. El cuento de llevar a Chávez a la OEA (o a la ONU, o a la FIFA, o a lo que quieran) no va a funcionar porque no hay nada que obligue al gobierno de Venezuela a perseguir a las FARC si no se le da la gana, es decir, si no cree que los beneficios de hacerlo superan a los costos. Y resulta que ni los beneficios ni los costos han cambiado. Entonces, quedamos como antes.
Ahora, dije que a corto plazo no va a pasar nada. A largo plazo, yo he venido diciendo hace rato (y por ahí lo dejé escrito) que se trata de una situación muy grave, potencialmente explosiva. Otro día me referiré a ese asunto.
Friday, July 16, 2010
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Hola Luis Fernando, por aquí siguiendo su blog.
ReplyDeleteEn mi opinión el caso de las "nuevas pruebas" acerca de la presencia de las FARC en Venezuela y el hecho de que salieran a la luz pública precisamente ahora, responde más que nada a la coyuntura que enfrenta el saliente presidente en términos de los escándalos que enfrenta por espionaje y los llamados "falsos positivos". Estoy de acuerdo con usted en que no va a pasar nada lleven a donde lleven el caso ya que es más que nada un intento de desviar la opinión pública hacia temas que despiertan el fervor patrio antes que de verdad atender preocupaciones importantes de la nación.