Saturday, August 21, 2010

¿Son las Revoluciones Todavía un Tema Interesante? (Con Perdón de Miguel Centeno)

Miguel Centeno es un sociólogo serio que ha hecho importantes contribuciones al tema de la construcción del Estado en América Latina. (Confieso que solo tengo un conocimiento muy superficial de su libro Blood and Treasure.) Por eso me extrañó esta entrevista con él que publicó el periódico de la Universidad Nacional. La verdad es que, con el debido respeto al Profesor Centeno, me pareció muy deficiente, indigna de un sociólogo de su talla. En especial, me pareció que a la hora de hablar sobre Venezuela y, por razones distintas, Colombia, cae en un estilo de argumentación superficial que no aporta ningún atisbo nuevo.

Comencemos con estos párrafos, dedicados a Venezuela:

Yo no quiero ofender al público de la República venezolana, pero no existe un proyecto bolivariano, existe un proyecto de Chávez, y eso es nada. Nada más que dinero de petróleo, la ideología bolivariana de verdad no existe como institución. Es simple, ha sido un proyecto que se ha pagado a través de mucho dinero petrolero para apoyar una serie de medidas que no tienen una lógica interna, que no ha podido tener éxito, aun en Venezuela.

C.A.P.V.: Entonces, ¿el bolivarianismo de Chávez es una especie de petro–Estado internacionalizado?

M.A.C.: Es precisamente todos los problemas con el Estado petrolero: se utiliza dinero de una manera no muy sana, no tiene inversión racional, no tiene producto institucionalizado y sólido. He visto mejoramiento en algunas medidas de bienestar, pero nada comparado con lo que podía haber hecho Venezuela considerando los últimos diez años de recursos petroleros. Y creo que el proyecto bolivariano no se puede comparar, por ejemplo, con el impacto que tuvo la revolución cubana en los años 60 y 70, esté uno de acuerdo o no, pues había un proyecto y una serie de instituciones. Uno no puede tener un proyecto antiimperialista cuando depende, para su comercio exterior, del imperio; uno no puede decir “estamos contra el imperio” cuando gana gran parte de su dinero vendiendo petróleo al imperio y comprando al imperio todos los productos de consumo. Eso me indica a mí que no es un proyecto que tenga estabilidad ni un legado de verdad. Es un proyecto populista de la peor clase.

Repito: Venezuela está en medio de una revolución un tanto sui generis, pero revolución al fin y al cabo.  Lo esencial de las revoluciones es que el viejo orden ya no existe y el nuevo aún no se ha consolidado. Lo típico de toda revolución, y esto es algo que estoy seguro que Centeno sabe, es que su dirección es incierta. La Revolución Francesa dio tumbos entre girondinos y jacobinos (hasta que fue Napoleón el único que pudo estabilizar la situación). La Revolución Soviética estuvo marcada por el choque entre los viejos bolcheviques que buscaban un socialismo autogestionario (de ahí los "soviets") y las facciones estatistas que daban prioridad a la "modernización" (stakhanovismo, electrificación, industrialización forzada, etc.) En los inicios de la Revolución Iraní participaron todo tipo de sectores desde fundamentalistas islámicos hasta los comunistas, pasando por liberales secularizadores.

Es normal que la revolución venezolana muestre todo tipo de incoherencias. Lo que es un poco inusual es que todavía hoy, once años después de la llegada de Chávez al poder, siga siendo así. Pero esto tiene una explicación: la revolución venezolana ha sido mucho menos autoritaria que otras. Chávez hubiera podido darle mucha más coherencia al proceso pero muy seguramente el precio habría sido una represión más fuerte de la que ha habido. (Sí, hay brotes de represión en Venezuela, pero seamos francos, muchísimo menos que en otros procesos similares. Eso es un logro de todo el pueblo venezolano y yo, como colombiano, se lo aplaudo.)

¿Saben qué otra revolución dejó sin resolver sus contradicciones internas y que, aunque tuvo un brote autoritario de unos cuantos años, al rato terminó por buscar un modus vivendi entre los distintos sectores, lo cual dio como resultado un estado incoherente? La Revolución Americana. En esta revolución chocaban los intereses manufactureros y comerciales del Norte con los intereses agrarios y esclavistas del Sur. John Adams y su gente trataron de imponer el proyecto Federalista del Norte por sobre el proyecto descentralizador del Sur y, mediante la "Alien and Sedition Act" reprimieron, metieron gente a la cárcel por sus opiniones y todas esas delicadezas. Después el Sur volvió al poder (con Jefferson) y hasta ahí llegó el asunto. El resultado fue décadas enteras de tensión y contradicciones hasta la Guerra Civil. Entonces, incoherencias ocurren "hasta en las mejores familias."

Dicho sea de paso, me sorprende la alusión de Centeno a la revolución cubana. Me sorprende porque, desde varios puntos de vista es muchísimo más defendible la revolución venezolana que la revolución cubana. A sus once años, es decir, hacia 1970, la revolución cubana ya había tenido un altísimo costo en sangre (millares de fusilados), ya se había consolidado un régimen de partido único, ya Fidel Castro había apoyado la invasión soviética a Checoslovaquia y, además, ya la economía cubana había experimentado unas crisis profundísimas en los años 60. Nada comparable ha pasado en Venezuela. Centeno da expresión tangible a un "tic" de cierta intelectualidad latinoamericana que critica al proceso venezolano colocándolo en un rango inferior al de la "verdadera revolución", la de Cuba. Obvio, hay muchísimas cosas que criticarle al proceso venezolano. Ya diré más al respecto. Pero dejémonos de vainas, es un proceso mucho más democrático, más humano y con mejor desempeño económico que el de Cuba. (Incluso, aunque me duela en el alma porque me toca hablar mal de uno de mis héroes, diré que el proceso venezolano ha funcionado mejor que el proceso chileno de la época de Allende.)

Claro que el "bolivarianismo" no existe. Tiene razón Centeno. Pero, ¿y qué? ¡Mejor! ¿Para qué quiere Centeno una ideología institucionalizada? En abstracto suena muy bonito decir que es una lástima que "el bolivarianismo de verdad no existe como institución." En la práctica todos sabemos que eso sería peor, como cuando el marxismo se institucionalizó, o como cuando el cristianismo se institucionalizó, o como cuando el rousseaunianismo... en fin, ya saben para dónde voy.

Dice Centeno que las reducciones en pobreza que se han dado en Venezuela (bastante notables, por cierto) no son nada comparadas con un escenario contrafactual que él nunca describe en detalle. Es obvio que Venezuela en estos años hubiera podido hacer más en materia de reducción de la pobreza. Al fin y al cabo, ha habido muchísima corrupción y muchísima ineficiencia en la marcha del gobierno venezolano. Entonces, sí, comparado con una "revolución angélica" el chavismo en Venezuela ha fallado. Pero la pregunta que debería hacerse un sociólogo, sobre todo uno del calibre de Centeno, es ¿existía dicha alternativa en la vida real? ¿Cuál era la coalición política venezolana, distinta a la del chavismo, que iba a darle tanta prioridad a la reducción de la pobreza? ¿Cuál era la coalición política venezolana, distinta a la del chavismo, que iba a estar dispuesta a hacer todos los experimentos que se han hecho, con todos los costos y errores que han representado, con tal de incluir políticamente a los sectores más pobres? No estoy hablando de coaliciones hipotéticas sino de coaliciones de carne y hueso. La razón por la cual el chavismo sigue contando con el apoyo de los sectores más pobres es porque, con todos sus errores, ha generado más credibilidad en materia redistributiva que cualquier otro sector, en especial aquellos que en los años 90 estuvieron dispuestos a aplicar una terapia de choque neoliberal que tuvo un costo social altísimo.

Lo del "falso antiimperialismo" es una pamplina, con perdón del Profesor Centeno. Obviamente Chávez preferiría que la economía venezolana no dependiera tanto de Estados Unidos. Cualquier presidente de cualquier país preferiría lo mismo. Pero Chávez no va a ser tan estúpido de, con tal de darle "veracidad" a su discurso "antiimperialista" y así darle gusto al Profesor Centeno, romper los lazos económicos con Estados Unidos. Cualquier presidente de cualquier país, en la posición de Chávez haría lo mismo. Al no existir otra superpotencia mundial dispuesta a subsidiar lo que sea necesario (como le pasó a Cuba), a Venezuela no le queda otra alternativa; intentarlo sería sumir al país en una miseria ignominiosa.

Generalmente, a la hora de analizar presidentes de otros países, la gente entiende que sus políticas sean a veces contradictorias, que su retórica no corresponda a la realidad, que traten de mantener contentos a sectores adversos así sea con métodos non sanctos (cooptación, corrupción, etc.). En esos casos los llaman "pragmáticos," "políticos consumados," "estadistas con gran sentido de la supervivencia" y cosas así. Cuando Chávez hace lo mismo, entonces es "confuso ideológicamente," "loco," "aventurero" y peor.

Los intelectuales públicos se la pasan planteando el dilema de si Chávez es un "verdadero revolucionario" o un "simple caudillo populista." (Obvio, casi siempre se inclinan por lo segundo.) Uno hubiera esperado de un sociólogo como Centeno que pudiera explicarle a la gente que eso es un falso dilema: históricamente es muy frecuente que alguien sea las dos cosas a la vez.

1 comment:

  1. Profesor Medina:

    Excelente entrada. Quisiera plantearle otra cuestión sobre la estupidez intelectual de algunos analistas y es la constante referencia a que Venezuela se ubica en los últimos lugares de los indicadores más reconocidos por la "comunidad internacional" (índices democráticos, índices de corrupción, entre otros). Esto es una verdad de perogrullo y hatsa espureo pues no reconocen el procso revolucionario en el que anda el vecino

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