Esto no es nada nuevo pero sigue siendo interesante. Desde hace años sabemos de la obsesión lingüística de la Casa de Nariño con todo lo que tenga que ver con la guerra civil en Colombia. Los estudiosos de conflictos civiles definen una guerra civil como todo conflicto que ocasiona más de mil muertos, de los cuales por lo menos el 10% son del gobierno. A mí nunca me ha gustado esa definición por razones epistemológicas complicadas, pero esa es la más aceptada. Según esa definición, Colombia está en guerra civil, punto. (Yo también creo que Colombia está en guerra civil, pero eso es otro problema.)
Los distintos gobiernos colombianos han querido evitar el término pero definitivamente nada se acerca al celo riguroso, obsesivo-compulsivo del gobierno Uribe a este respecto. Ya sabíamos que para ellos había que hablar de "ataque a la democracia" en vez de guerra civil. Después parecieron aceptar "conflicto armado" pero ahora me entero de que ahora el Ministerio de la Verdad ha declarado que "conflicto armado" es una expresión que sólo usan los "enemigos del pueblo." Los documentos oficiales ahora tienen que hablar de "violencia generalizada."
Pero "violencia generalizada" suena muy mal en Davos. Me temo que no lo han pensado bien. Por eso, como modesta contribución para mantener la "confianza inversionista" sugiero algunas posibles expresiones:
1. "Niveles elevados de mortalidad por causas no-naturales."
2. "Flujos informales y unilateralmente involuntarios de información entre las distintas ramas del poder público."
Pero claro, yo no soy tan bueno para esto. Al fin y al cabo, en tiempos de José Obdulio a los desplazados los llamaron "migrantes internos." Ante eso no hay quien gane.
Friday, June 25, 2010
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment