En conexión con lo que escribí sobre la flotilla de Gaza, queda otro punto pendiente y que me viene dando vueltas en la cabeza hace mucho tiempo, desde los tiempos de la Administración Pastrana (¿se acuerdan? el de bigote...). Pastrana tuvo siempre una obsesión por la "imagen internacional" de las FARC y recuerdo que, ya fuera de la presidencia insistía en que gracias a él se había logrado deslegitimar a las FARC en el resto del mundo. Sobra decir que esa obsesión de Pastrana en el caso de Uribe es ya manía (bueno, como todo lo de Uribe...).
En buen colombiano, siempre me pareció un cuento chimbo. A lo largo de toda la historia de las FARC todo gobierno "occidental" y, desde el fin de la Guerra Fría eso quiere decir todo gobierno del mundo que pueda ser remotamente importante para Colombia, ha reconocido al gobierno colombiano como legítimo. A más tardar desde finales de los 80 no ha habido el más mínimo riesgo de que ningún gobierno del mundo se declare amigo de las FARC y abiertamente empiece a mandarle armas. Si había algún pequeñísimo riesgo de algo así en los 80s, cuando Pastrana llegó al gobierno (1998) ese riesgo ya se medía en magnitudes homeopáticas. Entonces salir a decir que se logró que las FARC perdieran imagen ante los gobiernos de, por ejemplo, España, Francia, Suiza, Suecia, Holanda, es como decir que se logró mejorar la imagen de Escalona en Valledupar.
El punto es que desde hace rato el problema de la "imagen internacional" de las FARC no tiene nada que ver con los gobiernos sino con las ONG. Y resulta que en eso las FARC han avanzado. Todo apunta a que tienen simpatías en varios grupos de la sociedad civil en Europa y ante eso no hay ninguna ofensiva diplomática que sirva. La legitimidad ante la sociedad civil no se gana con pronunciamientos oficiales sino con una conducta legítima. Por eso la tragedia de la flotilla de Gaza es ilustrativa. Si sectores de la sociedad civil quieren sabotear el bloqueo a Gaza, miren todo el lío que pueden armar.
Entonces, el gobierno colombiano en vez de estar obsesionado con pronunciamientos de cancillerías, debe tratar es de mejorar su desempeño en materia de derechos humanos ya que eso es lo que en últimas afecta la verdadera imagen internacional de las FARC, la que importa. Por más "ofensivas diplomáticas" que se lance, una desaparición de un activista, una masacre impune o cualquier cosa de esas destruye en días el trabajo de la cancillería en meses.
En general, yo estoy convencido de que, con todos sus defectos, el gobierno colombiano es mucho más respetuoso de los derechos humanos que las FARC. Pero eso no es suficiente en un conflicto asimétrico ya que mucha gente no le aplica el mismo rasero a la parte más débil del conflicto. No basta con ser menos malo que el otro, hay que portarse bien de verdad y, seamos honestos, en eso el gobierno colombiano ha fallado.
Thursday, June 3, 2010
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