Saturday, May 22, 2010

Apuntes para el Requiem del Sistema de Partidos Colombiano

Si a mi me hubieran preguntado a comienzos de los 90 cómo pronosticaría yo el final del bipartidismo colombiano en los próximos veinte años, yo hubiera dicho: "El Partido Liberal se va a dividir en torno al tema de la apertura comercial entre neoliberales y socialdemócratas. Cuando esa división se consume, el Partido Conservador también se va a dividir entre sectores pro-mercado y sectores, digamos, demócrata-cristianos. Entonces, los sectores afines se van a juntar produciendo un realinderamiento de partidos. Las facciones socialdemócratas y afines van a terminar invitando también a la izquierda democrática así que vamos a volver a un bipartidismo pero con más polarización ideológica. Pasaremos, si se quiere, del Frente Nacional de los años 60 al "Frente Popular" de los años 30." Y, obviamente, habría hecho el rídiculo. 

¿Por qué me habría equivocado? No es fácil porque el análisis que acabo de resumir no era sólo mío. Es, más o menos, lo mismo que uno escuchaba de mucha otra gente. Me acuerdo que para muchos en la izquierda democrática el "realinderamiento" era como una especie de tierra prometida a la que se llegaría algún día. En cierto modo, uno podría interpretar la época Samper-Pastrana como una tentativa de realinderamiento. Ambos gobernaron con apoyo del otro partido. Pero obviamente, esto no era más que un remedo.

Creo que en ese análisis había por lo menos tres errores.

1. Como en Colombia ya para los 90s el sindicalismo se había debilitado tanto, no había posibilidad de armar una coalición "industrialista" con apoyo obrero-empresarial. Históricamente el tipo de coalición socialdemócrata que defiende la industrialización con altos salarios es algo que necesita un movimiento obrero muy organizado. En Colombia eso no existía de modo que cuando llega la apertura, los industriales simplemente se acomodan a las nuevas circunstancias, bien sea maquilando, pasándose a la distribución de bienes importados, en fin lo que sea. 

Esto indica un error que cometemos mucho los que tratamos de hacer análisis estructurales de economía política. En una economía de mercado los capitalistas quieren hacer plata. No hay nada en su ADN que los obligue a ser "industriales" o "comerciantes" o cualquier otra cosa. Si las condiciones político-económicas los obligan a cambiar de sector o a cambiar lo que hacen dentro del sector, lo van a hacer. De modo que tenemos que ser más cuidadosos cuando hablamos de "intereses agrarios" o "intereses manufactureros."

2. Las FARC, contrario a lo que pensábamos en esa época, no estaba a punto de desaparecer y de meterse por la puerta de atrás en la política legal. Esto generó varias cosas inesperadas. Un "Frente Popular" generalmente incluye un sector campesino de izquierda. Conjeturo qur la guerra en el campo evitó la formación de tal sector porque, o bien las FARC cooptaron en algunas zonas a los posibles miembros de dicho "Frente Popular" o, sospecho que con mucha más frecuencia, los paras destuyeron la vida asociativa de sus zonas de influencia. 

Además, como resulta obvio, la guerra radicalizó a la opinión de las ciudades hacia la derecha mucho más de lo que cualquiera se hubiera imaginado. Causa y efecto del uribismo.

3. El presidencialismo en Colombia hace posbile, como lo vimos con Uribe y ahora probablemente con Mockus, que un candidato se lance, gane y luego forme una coalición ad hoc sin necesidad de formar partidos parlamentarios. Mientras los rótulos "Partido Liberal" y "Partido Conservador" tuvieran alto valor en los mercados electorales, los políticos individuales lo pensarían mucho antes de jalarle a algo así. Pero cuando los rótulos perdieron su valor, este tipo de maniobra se volvió mucho más fácil. Así que, aunque si está colapsando (¿o ya colapsó?) el bipartidismo colombiano, no estamos viendo la formación de nuevos partidos coherentes. No se puede descartar que en algún momento todo el transfuguismo que estamos viendo vaya dando paso poco a poco a formaciones más sólidas. Pero eso puede tomar tiempo. Por ahora, si Mockus gana, veremos un patrón curioso: a la presidencia llegan candidatos que hasta hace poco andaban por niveles de popularidad de menos del 3% (Uribe en Diciembre del 2001, Mockus en las elecciones del 2006) y que surgen de la nada liderando un movimiento armado sobre la marcha. No estoy criticando. Solo noto que es extraño

Hace ya un buen rato que empezó la final de la Champions, así que por ahora dejo ahí.

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