Repasando mi blog me encuentro con un comentarista que me remite a las palabras de Carlos Gaviria en las que dijo que "una cosa es matar para enriquecerse y otra es matar para que los demás vivan mejor." Veo que esta frase sigue viviendo en el mundo de Google (bueno, en Google todo es inmortal), y que para muchos es la demostración de que Gaviria es un jacobino-bolchevique que justifica cualquier medio para llegar al poder.
Yo nunca entendí por qué esto generó tanto escándalo. Hasta donde yo sé, en toda legislación del mundo se tienen en consideración los móviles de un delincuente a la hora de juzgarlo. Y siempre se considera que móviles altruistas son un atenuante. Es decir, la responsabilidad moral que genera el crimen sigue, no se perdona. Pero la forma de castigarlo cambia según el móvil. Los móviles no son lo único que cuenta, tambien cuenta la proporcionalidad entre los medios y los fines.
Pongo un ejemplo colombiano. Cuando el M-19 secuestró a Alvaro Gómez, en el enfrentamiento murió su escolta. Un crimen. Ignoro si el M-19 compensó o no a la familia del escolta pero, a mi juicio, lo debería hacer como parte de su reincorporación a la sociedad.
Este fue un crimen político. El M-19 no mató al escolta para cobrar su seguro de vida, ni para vender sus órganos en el mercado negro, ni nada por el estilo. En su momento, el gobierno colombiano (y creo yo, la sociedad en general) consideró que esto era un factor a tener en cuenta. No quiere decir que al M-19 se le perdonara totalmente el crimen. En absoluto. Pero sí que se le podía dar un trato judicial menos riguroso. Por otro lado, si el M-19 hubiera entrado a la iglesia donde estaba Alvaro Gómez con un escuadrón armado de ametralladoras y granadas, saca a Alvaro Gómez, mata a treinta civiles con un tiro de gracia y dinamita la iglesia con gente adentro, creo que todos hubiéramos considerado que el crimen era absolutamente desproporcional con el objetivo que decía seguir. El trato jurídico habría sido muy distinto. Repito, el móvil importa, pero no es lo único.
Esto no es justificar la violencia. Es simplemente reconocer que en la sociedad existe la violencia y que la única forma de hacer justicia ante ella es utilizando nuestras facultades de raciocinio moral. Estoy segurísimo de que los que tanto critican a Gaviria por su frase apoyarían a cualquiera que tome las armas, mate y robe para derrocar a un posible gobierno de las FARC. Ese es un problema con la posición absolutista de Mockus: la condena a la violencia nunca puede hacerse en abstracto sino con referencia a circunstancias concretas.
Un punto al margen que me parece importante. Ahora en Colombia la actitud de muchos es que es inadmisible hacerle ningún tipo de concesión a las FARC, así digan que son un movimiento político. Bien. Discrepo, pero es una postura respetable. Ya tendré oportunidad de discutirla. Lo que me llama la atención es que muchas de esas personas estuvieron de acuerdo cuando Colombia hizo algo más insólito: le hizo una concesión política (una reforma constitucional, ni más ni menos) a un delincuente común (Pablo Escobar), aboliendo la extradición, siendo que él perpetró atentados terroristas contra civiles como nunca se habían visto en la historia de Colombia. Es una inconsistencia que me ha llamado la atención desde hace rato.
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